Una de las primeras proyecciones de aplicación real de la tecnología fué la de Smart Cities y Smart Buildings, sensorizando mediante balizas edificios y zonas de paso, para ofrecer información relevante y sensible al contexto a los usuarios cercanos que tuvieran el app instalada. Gradualmente fuimos incorporando verticales, uno tras otro, hasta llegar a las casi 5 centenas de posibles aplicaciones, algunas ya totalmente operativas, otras todavía sobre la mesa de diseño.
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El primer Demostrador de esta tecnología en Europa se instaló en el Centro de Desarrollo Turístico Costa Adeje (CDTCA) y en la Factoría de Innovación Turística de Canarias (FIT Canarias) con el despliegue de una serie de balizas ibeacon Bluetooth LE estratégicamente colocadas en el complejo, geovallas poligonales, circulares y perimetrales en diversas zonas de Tenerife, una App (ver imagen) del Prototipo Minimamente Viable y la instalación de un Centro de Mando y Control en el CDTCA, con una plataforma de gestión de contenidos basada en la nube. SaaS.
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La tecnología ibeacon nació en un principio como solución a las necesidades de más precisión que requería el entonces incipiente mundo del márketing de proximidad, basado en triangulación wifi o geovallas GPS.
Las ibeacons consiguieron crear todo un ecosistema de soluciones, cada vez más elaboradas que podían ir, desde la localización en interiores o Hiperlocalización, hasta infinitas formas de llegar a los consumidores con mensajes segmentados, basados en su ubicación.
Desde que empezé a trabajar con la compañía estadounidense TCS Inc. y a probar su plataforma Spark Compass, observé que la versatilidad de las balizas bluetooth LE, unidas a un sistema de gestión de contenidos que controla el comportamiento de un App, me dí cuenta de que los campos de aplicación de esta fantástica combinación de elementos de hardware, SaaS y Apps eran infinitos.